Shenzhen es una
novela gráfica creada por el dibujante Guy Delisle en la que se retratan las
primeras impresiones de un occidental sobre la vida en China. Para cualquier
persona que esté interesado en la cultura china y que quiera aprovechar la
tarde de domingo con libro y manta, se lo recomiendo enormemente.
Guy Delisle, su autor, es un famoso dibujante de origen
canadiense que ha trabajado en infinidad de empresas de animación, aunque es
conocido principalmente por sus novelas gráficas. Ha dedicado parte de su vida
a recorrer el mundo, y convertir sus anécdotas en viñetas. A parte de Shenzhen, y siguiendo en la línea de esta
novela, también ha publicado obras como Pyongyang,
en la que relata su viaje al a capital de Corea del Norte o Crónicas Birmanas, en Rangún, capital de
Birmania.
En la novela de Shenzhen
concretamente, Guy va retratando poco a poco cuáles fueron sus impresiones
durante el tiempo que estuvo viviendo en la ciudad cuyo nombre coge por título,
Shenzhen, situada al sur de China, en la provincia de Guangdong, muy cerca de
Hong Kong. Para contextualizar un poco nuestra historia, esta ciudad fue
elegida como una de las zonas de pruebas de la llamada “economía socialista de
mercado” establecida por Deng Xiaoping para hacer competencia a mercados
internacionales como Hong Kong y que supuso la entrada parcial de las ideologías
capitalistas al régimen económico de China. El autor llega a la ciudad para
trabajar como director de un proyecto de animación en un momento de
transición, cuando todavía el nuevo modelo está dando los primeros pasos. Por
tanto, la novela no sólo nos aproxima un poco hacia el pensamiento chino, sino
también hacia su historia.
Algunas de la viñetas más divertidas, seguramente para todo
aquel que, al igual que Guy Delisle, haya caído en China sin mucha idea del
idioma ni del ritmo de vida del país, son, por ejemplo, aquellas que hablan
sobre el tráfico o los ríos de gente en bicicleta que aparecen cada día entre
las calles de cualquier ciudad china:
O de cómo los chinos veían a una persona occidental y su
cultura. Es importante destacar que la historia transcurre en el año 1997,
cuando todavía China no alojaba a la gran cantidad de occidentales y gente de
otros países que aloja hoy en día. Por tanto, está condicionado al momento en
el que se encuentra.
Nayra Rodríguez Hernández.
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